martes, 11 de septiembre de 2012


En la 1ª mitad del siglo XIX, el relato corto se ve influenciado por el movimiento
Romántico. Dicho movimiento está basado en filosofías humanas alemanas que se caracterizaban porque según ellos todo ser poseía alma que no puede estar recluída en el cuerpo por lo que necesitaban huír del espacio. Para ello se recrean en paisajes orientales, clásicos, e incluso en la Edad Media. Para ello, buscaban la soledad, es decir, encontrarse fuera del contacto de los demás, buscando ésto en ambientes lúgubres y tenebrosos. Además, los artistas de este movimiento exaltan en sus obras los sentimientos personales y rechazan las Reglas del Racionalismo ilustrado.
  • ORÍGENES E INSPIRACIONES DEL ROMANTICISMO
Hacia finales del siglo XVIII los gustos literarios en Alemania y Francia se alejan progresivamente de las tendencias clásicas y neoclásicas. Los autores románticos encuentran su primera fuente de inspiración en la obra de dos grandes pensadores europeos: el filósofo francés Jean-Jacques Rousseau y el escritor alemán Johann Wolfgang von Goethe.
  • MARCO HISTÓRICO DEL ROMANTICISMO
A partir de le Revolución Francesa (1789), la burguesía asume el poder político en Francia y consagra las ideas de libertad, igualdad y fraternidad. Esos principios sirven de base al movimiento liberal que pregona la libertad de pensamiento, expresión y asociación del individuo, defiende la soberanía popular y sostiene que el poder reside en el pueblo, que lo ejerce a través de sus representantes elegidos por sufragio universal.
La política expansiva que sugue el emperados francés, Napoleón Bonaparte, con el pretexto de propagar las ideas de la Revolución sume a Europa en la guerra durante los primeros años del siglo XIX. Ello provoca, por una parte, provoca la reacción de las monarquías que acabarán derrotando a los ejércitos napoleónicos en 1815, y por otra, favorece el auge de los nacionalismos ya que los pueblos invadidos quieren reafirmar su identidad histórica y cultural frente al invasor. Aunque las monarquías absolutistas quieren imponer los principios del Antiguo Régimen, las ideas liberalessi irás abriendo paso en muchos países. La burguesía, que experimenta un gran auge económico con la revolución industrial, aumenta su poder político e intenta modificar las estructuras sociopolíticas dominadas por la nobleza. De ahí que el liberalismo y el absolutismo se enfrenten a lo largo de estas primeras décadas del siglo XIX.
  • EL ROMANTICISMO EN ESPAÑA
Pese a que el Siglo de Oro español había servido de inspiración y modelo a escritores románticos de otros países, España no alumbró autores románticos significativos hasta la década de 1830. Su desarrollo está condicionado por la situación política marcada por el absolutismo de Fernado VII.
El romanticismo fue introducido con éxito en el teatro español por Ángel de Saavedra, duque de Rivas, con Don Álvaro o la fuerza del sino (1835). Discípulo del duque de Rivas fue el poeta y dramaturgo José Zorrilla, quien comparte con aquél el mérito de haber recuperado los temas legendarios e históricos en brillantes poemas narrativos. El espíritu romántico de rebeldía está representado por José de Espronceda, considerado pro algunos críticos como el mejor poeta español de este periodo. Para muchos, la obra de Espronceda se ve superada por la de Gustavo Adolfo Bécquer, quien quizá compuso los poemas románticos más delicados de la lengua española.
La prosa romántica de más calidad se encuentra en los escritos de los costumbristas, autores que describieron al pueblo y sus costumbres desde una nueva perspectiva. Este tipo de prosa está impregnada de un afilado tono satírico en los artículos de Mariano José de Larra, que también escribió varias obras teatrales y una novela. Si bien sus obras no figuran entre las más destacadas de los escritores románticos españoles, Larra fue uno de los autores más interesantes de ese periodo, debido a lo atormentado de su existencia y al alto grado de introspección que alcanza en su obra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario